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domingo, 24 de enero de 2016

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado) 

Gyps fulvus (Buitre leonado) 

Gyps fulvus (Buitre leonado) 

Gyps fulvus (Buitre leonado) 

Gyps fulvus (Buitre leonado) 

Gyps fulvus (Buitre leonado) 

Gyps fulvus (Buitre leonado) 

Gyps fulvus (Buitre leonado) 

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Buitre Leonado Gyps fulvus. mide 1 m. A gran altura, una pareja de buitres leonados describe vueltas lentamente, con las alas extendidas y rígidas, uno junto al otro o tan exactamente superpuestos que parecen unidos por un invisible hilo. Este magnífico vuelo nupcial puede observarse todavía a fines de diciembre o principios de enero en diversas montañas españolas, pero no ocurre lo mismo en el resto de Europa, donde en su gran mayoría han sido exterminados. Hostigados por cazadores y por desaprensivos colectores de huevos; diezmados por los cebos envenenados que se destinan a los animales carniceros; hambrientos por la escasez de comida cuando se alteran las prácticas de pastoreo, los efectivos de la población española han disminuido alarmantemente en los últimos años y, de no aplicarse remedio a todos estos peligros, podrían alcanzar un nivel crítico para el equilibrio de la especie. Aunque la mayoría de los buitres leonados españoles parecen ser sedentarios, muchos de ellos realizan desplazamientos a considerables distancias de sus colonias de cría, así como movimientos estacionales de unas buitreras a otras, en general descendiendo de mayores alturas a zonas más bajas. Identificación: Leonado, salvo rémiges y rectrices pardo muy oscuro; cabeza y cuello desnudos, con escaso plumón blanco; gola de plumas en la base del cuello, blancas en los adultos, pardas en los jóvenes; pico fuerte; patas relativamente débiles. Nidificación: En colonias; en cornisas o grietas de roqueros; nido voluminoso, de ramas, con forro de hierbas, musgo y pelos, no necesariamente abrigados; puesta, en febrero, un huevo blanco; incubación, por los dos sexos, de unos 60 días; el pollo, alimentado por ambos padres, vuelan tras unos tres meses. Alimentación: Cadáveres de mamíferos, sobre todo ovejas, cabras, bóvidos, asnos, mulas, caballos; en casos de hambre, basuras. Hábitat: Montañas y riscos.

miércoles, 20 de enero de 2016

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

El Planeo de los B Leonados

Buitre leonado (Gyps fulvus) Desde que los antiguos pobladores de la Península Ibérica se hicieron ganaderos hasta nuestros días, el buitre leonado ha estado estrechamente ligado a las actividades pastoriles del hombre, realizando una eficaz, aunque a veces incomprendida, labor sanitaria. Neciamente perseguido durante décadas, este carroñero entró en un peligroso declive del que, relajada la presión, se recuperó de forma espectacular. Desgraciadamente, el repunte del uso del veneno y los cambios en la gestión de carroñas, basureros y muladares vuelven a proyectar sombras de incertidumbre sobre el futuro de esta enorme rapaz. Descripción y Clasificación Orden Falconiformes; familia Accipitridae Longitud 95-110 cm. Envergadura 230-265 cm. Identificación El buitre leonado es una rapaz inmensa e inconfundible, dotada de excelentes adaptaciones para la detección y el consumo de carroñas de gran tamaño. Con más de 2,5 metros de envergadura y un peso de 6-9 kilos, este carroñero es una de las aves más voluminosas de Europa y también una de las más longevas. Apenas existe dimorfismo sexual —al margen de sutiles diferencias difícilmente apreciables en el campo— en cuanto a tamaño y diseño. Las aves adultas tienen una coloración general pardo-grisácea, con las regiones dorsales algo más pálidas, en contraste con las rémiges oscuras, mientras que las ventrales son de tonos marrones y pueden aparecer sutilmente listadas con un tono más claro (dibujo 1). Los juveniles, por su parte, son de color marrón rojizo, más oscuro que en los adultos, y poseen un plumaje compuesto por plumas lanceoladas con finas estrías claras, que son renovadas progresivamente por otras de perfil redondeado. Visto de cerca, en el aspecto del buitre leonado llaman la atención varios detalles morfológicos en la cabeza y el cuello, como el poderoso pico, la característica gola de plumas y el largo y desplumado cuello, cubierto tan solo por un fino plumón, que se adapta perfectamente a la explotación del interior de los cadáveres. Es precisamente en esta zona anatómica de la rapaz donde se pueden apreciar con mayor facilidad las diferentes edades de las aves. Así, los buitres adultos tienen el pico de color hueso, la gola blanca y algodonosa, el plumón de la cabeza claro y el iris de color amarillento o ambarino, mientras que los ejemplares juveniles lucen una gola muy patente y desflecada, compuesta por largas plumas lanceoladas de color rojizo, y tienen el iris y el pico negros (dibujo 2). A medida que transcurren los años, los buitres leonados van pasando por diferentes plumajes intermedios —que también afectan a los caracteres antes descritos—, en los que, progresivamente, adquieren la librea del adulto, cosa que sucede cuando cuentan con siete u ocho años. Visto en vuelo, el buitre leonado —que se remonta con las alas ligeramente en “V”— ofrece una silueta inconfundible, con las alas largas y anchas y una reducida cola. También en estos momentos se pueden diferenciar las edades de las aves, ya que los adultos (dibujo 3) tienen, comparativamente, la cola más corta que los juveniles (dibujo 4) y el borde posterior del ala más recto, mientras que estos lo presentan aserrado. Canto Es un ave silenciosa salvo en las disputas por las carroñas o por los mejores emplazamientos en posaderos y dormideros, cuando emite una larga serie de sonidos guturales y bufidos.

Gyps fulvus (Buitre leonado).

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Gyps fulvus (Buitre leonado)

Buitre Leonado Gyps fulvus. mide 1 m. A gran altura, una pareja de buitres leonados describe vueltas lentamente, con las alas extendidas y rígidas, uno junto al otro o tan exactamente superpuestos que parecen unidos por un invisible hilo. Este magnífico vuelo nupcial puede observarse todavía a fines de diciembre o principios de enero en diversas montañas españolas, pero no ocurre lo mismo en el resto de Europa, donde en su gran mayoría han sido exterminados. Hostigados por cazadores y por desaprensivos colectores de huevos; diezmados por los cebos envenenados que se destinan a los animales carniceros; hambrientos por la escasez de comida cuando se alteran las prácticas de pastoreo, los efectivos de la población española han disminuido alarmantemente en los últimos años y, de no aplicarse remedio a todos estos peligros, podrían alcanzar un nivel crítico para el equilibrio de la especie. Aunque la mayoría de los buitres leonados españoles parecen ser sedentarios, muchos de ellos realizan desplazamientos a considerables distancias de sus colonias de cría, así como movimientos estacionales de unas buitreras a otras, en general descendiendo de mayores alturas a zonas más bajas. Identificación: Leonado, salvo rémiges y rectrices pardo muy oscuro; cabeza y cuello desnudos, con escaso plumón blanco; gola de plumas en la base del cuello, blancas en los adultos, pardas en los jóvenes; pico fuerte; patas relativamente débiles. Nidificación: En colonias; en cornisas o grietas de roqueros; nido voluminoso, de ramas, con forro de hierbas, musgo y pelos, no necesariamente abrigados; puesta, en febrero, un huevo blanco; incubación, por los dos sexos, de unos 60 días; el pollo, alimentado por ambos padres, vuelan tras unos tres meses. Alimentación: Cadáveres de mamíferos, sobre todo ovejas, cabras, bóvidos, asnos, mulas, caballos; en casos de hambre, basuras. Hábitat: Montañas y riscos.

miércoles, 13 de enero de 2016

Milano real (Milvus milvus)

Milano real     (Milvus milvus) 

Milano real     (Milvus milvus) 

Milano real     (Milvus milvus) 

Milano real     (Milvus milvus) 

Milano real     (Milvus milvus) 

Milano real     (Milvus milvus) 

Milano real     (Milvus milvus) 

Milano real     (Milvus milvus) 

Milano real     (Milvus milvus) 

Milano real     (Milvus milvus) 

Milano real (Milvus milvus) Nuestro país cuenta con una considerable población reproductora de esta mediana rapaz, de coloración rojiza, cola ahorquillada y vuelo extraordinariamente ágil, al tiempo que acoge un importante contingente invernante de aves europeas. A pesar de su aparente abundancia, la población de milano real ha experimentado un acusado descenso en los últimos años. Durante la invernada, esta rapaz de tendencias bastante carroñeras forma dormideros comunales situados en bosquetes o pequeños sotos fluviales. Descripción y Clasificación Orden Falconiformes; familia Accipitridae Longitud 60-66 cm. Envergadura 154-170 cm. Identificación En el plumaje de esta mediana rapaz dominan los tonos rojizos, profusamente rayados de oscuro en las regiones ventrales y con un característico aspecto orlado en el dorso debido a los bordes pálidos de las coberteras alares. La cabeza y el cuello, por su parte, presentan un tono gris pálido surcado por finas estrías muy oscuras (dibujo 1). En vuelo resulta inconfundible, no solo por la extraordinaria habilidad con la que ejecuta todo tipo de maniobras y regates, sino por poseer una silueta característica, en la que destacan una cola profundamente ahorquillada, de color rojizo anaranjado, y unas largas alas acodadas y provistas de una mancha blanca muy visible (dibujo 2). Cuando está posado, también resulta fácil diferenciarlo de otras rapaces de tamaño similar, además de por la forma de la cola, por poseer una figura bastante estilizada. Los jóvenes son similares a los adultos, aunque con una coloración general más clara y uniforme, sin el característico tono grisáceo de la cabeza y con la cola más corta y menos ahorquillada (dibujo 3). Canto A veces, emite un sonido similar a un maullido algo aflautado, seguido de notas ascendentes y descendentes.